
ARCADE FIRE: ENTRE LA EXPERIMENTACIÓN Y EL ESTANCAMIENTO
El elefante es rosado, pero el disco es gris. Arcade Fire presenta con Pink Elephant un álbum introspectivo y experimental, pero se ve opacado por una notoria dispersión creativa.
MÚSICA
Camila Azarmendia
7/14/20253 min read
Arcade Fire volvió este año con Pink Elephant, su séptimo álbum de estudio, después de dos años de giras en el marco de su -hasta entonces- último trabajo WE (2022), que incluyó una visita a la Argentina para el Lollapalooza 2024, además de una tensión mediática de por medio en torno a su vocalista Win Butler, quien fue acusado de acoso sexual desde hace ya varios años.
La banda canadiense continuó sin mirar atrás y concentrarse en crear nuevo material. Ahí nace Pink Elephant, que se publicó el 9 de mayo de la mano de Columbia Records y contenía mucha expectativa, sobre todo el deseo de saber qué tenía para decir Butler artísticamente después de sus escándalos personales, pero aún así, el álbum de la vela con forma de elefante frente a un rosado monocromático, realmente necesitó de más color.
Su portada intenta hacer alusión a la teoría del proceso irónico, que sugiere que cuanto menos intentes pensar en algo, como lo es un elefante rosado, más inserta queda la idea en tu cabeza, lo mismo puede trasladarse a emociones.
Esta nueva propuesta cuenta con diez temas e instrumentos característicos que te dejan en claro que es Arcade Fire lo que estás escuchando: theremín, cencerros, mellotrón, timbales e incluso sintetizadores y un glockenspiel. Hay una mística, sí, pero lo cierto es que ni con esos elementos (que son sus sellos sonoros) alcanzó para levantar el vuelo de un disco que se vendió a sí mismo como introspectivo, sobre todo si consideramos que la canción que le da nombre al álbum no tiene absolutamente nada llamativo que lo haga merecer llevar la delantera de este.
El disco producido por el mismo Butler, Régine Chassagne y Daniel Lanois (quien previamente trabajó con U2 y The Killers ,entre otros) arranca con un sonido ambient poderoso que parece prepararte para algo más apasionante, pero a medida que van avanzando los 42 minutos y 16 segundos de escucha que dura, esas expectativas se van desinflando ante la monotonía que domina a gran parte de las canciones.
Además, Year of the Snake fue la canción que la banda divulgó en redes en abril como sencillo para anunciar la publicación de este séptimo disco, pero vuelve a repetirse el mismo problema: se trata de un tema que no tiene ningún giro, pareciese ser un primer verso que se extiende de largo durante 5 minutos y 11 segundos, nuevamente sin dar razón de por qué ésta merecía ser la carta de presentación de la banda luego de un tiempo sin lanzar nuevos contenidos.
Lo que sí hace la diferencia es cuando lo audiovisual interviene. Year of the Snake cuenta con un videoclip, también publicado en abril, que está narrado de una manera muy tierna y similar a 1979 de los Smashing Pumpkins. Para esta ocasión sí podría resultar necesario el recurso de una melodía tranquila, pero lo que funciona en la pantalla no necesariamente sostiene a la canción por sí sola.
Recién después de los primeros 13 minutos, Circle of Trust y Alien Nation comienzan a levantar los ánimos del álbum y de repente te encontrás moviendo el pie al ritmo de ambas, pero en el momento en que estas canciones logran engancharte, terminan. Y el resto del disco retoma su baja intensidad, contradiciendo quizás, la energía para la que esos temas parecían haberte preparado.
Con Pink Elephant, podemos ver que Arcade Fire sin dudas hizo notorio su gusto por la experimentación y demostró que no teme salir del molde. Pero lo que podría haber sido considerado audaz, en este álbum se siente como una idea incompleta, donde las canciones más movidas parecieran ser experimentos aislados. El disco podría tratarse de una seguidilla de buenas canciones… pero de una banda telonera.


Amo usar remeras de bandas. Apasionada empedernida del rock viejito desde que tengo memoria. Toco los instrumentos más infravalorados en el ambiente musical: el bajo y la viola de orquesta. Estudio Comunicación Social.